La sexualidad en la tercera edad
“La vida no es algo, sino que es siempre,
simplemente
la ocasión para algo” . Hebbel
La capacidad de placer erótico parece que se inicia con el
nacimiento y no tiene porque desaparecer hasta la muerte. Sin embargo la edad
modela la dimensión biológica de nuestra sexualidad de una forma importante, de tal manera que la intensidad y
la calidad de la respuesta sexual varía considerablemente en cada nivel
cronológico.
Los efectos de la edad son un paradigma excelente del
complejo juego entre determinantes físicos y psicológicos de la sexualidad
humana. Hay ciertos cambios biológicos vinculados a la edad que son
universales, pero las respuestas de los
individuos a dichos cambios difieren enormemente.
Como respuesta a una disminución de su capacidad sexual,
algunos hombres que se hayan ya en la década de los 50, se refugiarán en una
especie de “menopausia”, que se caracteriza por
irritabilidad, depresión y temple paranoide. Otros, en cambio, abandonan
a sus mujeres y buscan compañeras más jóvenes y estímulos exóticos, en su deseo
de volver a recuperar la intensidad erótica de la juventud. Los más afortunados,
son capaces de integrar su sexualidad, algo alterada y en cierta manera
disminuida, pero en modo alguno extinguida, en sus vidas y relaciones
maritales, que incluso pueden beneficiarse con este ajuste.
Tercera
edad
…Un profesor de historia natural expuso ante una clase de
alumnos de enseñanza secundaria, en sus explicaciones, la tesis de que la vida
de los organismos, incluyendo la del hombre, “no es, en última instancia, otra
cosa” que un proceso de oxidación, de un proceso de combustión,; se levanto
inesperadamente uno de los alumnos, para formular esta pregunta apasionada,
incontenible: “¿QUE SENTIDO TIENE,
ENTONCES, LA VIDA HUMANA?. El joven que formulaba tal pregunta habíase dado
clara y certeramente cuenta de que el hombre vive con una modalidad de
existencia distinta , por ejemplo, a la de la bujía que arde y se consume ante
nuestra vista, sobre la mesa. Su “ser” podrá ser concebido, no cabe duda , como
un proceso de combustión, pero es evidente que el hombre vive con una modalidad
de existencia distinta de ésta. El ser humano es, ante todo, un ser
esencialmente histórico, por ejemplo en contraposición al animal, que vive
siempre dentro de un ámbito histórico…
La expresión tercera edad
también enunciada como vejez, comienza a los 60 años en adelante y a veces
cuando la mujer tiene la menopausia también es un término antrópico-social que
hace referencia a la población de personas mayores o ancianas, normalmente jubilada
y de 65 años o más. Hoy en día, el término va dejando de utilizarse por los
profesionales y es más utilizado el término "personas mayores" (en
España) y "adulto mayor" (en iberoamérica).Este grupo de edad ha estado creciendo en la pirámide de población o distribución por edades en la estructura de población, debido a la baja en la tasa de natalidad y la mejora de la calidad y esperanza de vida de muchos países.
Las condiciones de vida para las personas de la tercera edad son especialmente difíciles, pues pierden rápidamente oportunidades de trabajo, actividad social y capacidad de socialización, y en muchos casos se sienten postergados y excluidos. En países desarrollados, en su mayoría gozan de mejor nivel de vida, son subsidiados por el Estado y tienen acceso a pensiones, garantías de salud y otros beneficios.
Incluso hay países desarrollados que otorgan trabajo sin discriminar por la edad y donde prima la experiencia y capacidad . Las enfermedades asociadas a la vejez (Alzheimer, artrosis, Diabetes, Cataratas, Osteoporosis etc.) son más recurrentes en los países en vías de desarrollo que en los desarrollados..
El Día Internacional de las Personas de Edad se celebra el 1 de octubre
. Disciplinas que la abordan
La Geriatría estudia la prevención, curación y rehabilitación de enfermedades en la tercera edad; y la Gerontología estudia los aspectos psicológicos, sociales, económicos y demográficos relacionados con los adultos mayores. Hoy en día existen especialidades como la gerontología psiquiátrica (o psiquiatría gerontológica), que incluyen variables como la calidad de vida y otros fundamentos científicos. Se ha desarrollado también una tecnología social como apoyo e industrialización de avances científicos.
Platón y Cicerón
El tema de la senectud como
preparación para la vejez preocupó a Platón (en el siglo V a. C.) en
'La República', y Cicerón (en el siglo II a. C.) escribió sobre ella
en 'De Senectude'. Ambos son escritos en la ontologíade las categorías de
edades, que se ha configurado alrededor de 'modos de ser', relacionados con el
decurso mismo de la vida personal. Hay párrafos que, en lo esencial, son
idénticos en ambos autores. Las 'apostillas al diálogo de la vejez' es un elogio al pensamiento de Cicerón.Terminología de la vejez, discriminación y prejuicios
Las diferentes denominaciones: senectud, ancianidad, vejez, mayores, segunda juventud y tercera edad tienen todos el propósito de esquivar los prejuicios y la discriminación. Algunos de ellos sí lo logran, y en gran medida; otros, por el contrario, generan nuevas máscaras. También los estudios sociológicos han asignado prioridades al tema y que varían en las distintas sociedades y épocas a la par de alimentación, vivienda, salud y transportes. También hay abuso de los mayores como discriminación por edad en los ambientes laborales. Hay una consideración también respecto al "estar activo" y a las aficiones pensadas con un diseño universal, que sustituyen a los trabajos en los mayores y que también pueden ser proyectadas desde muchos años antes, por ejemplo: la lectura como recurso y como afición, que si no ha sido ya utilizada en la juventud y edad adulta, difícilmente será utilizada mucho después. Priman los temas vitales y no quieren que estén ausentes tampoco los propios de su grupo social de personas mayores, como cultura diferente e igualmente con una diferente actitud a lo que es nivel de vida. Es muy sensible al puesto en la nueva sociedad de los mayores por la pérdida de la familia extensa y el advenimiento de la familia nuclear o sólo de pareja, con pocos hijos. Lo es también su capacidad de maniobra por el aumento de rentas y consecuente independencia de los futuros 'mayores', por el aumento de la clase media
Las primeras consideraciones sobre la sexualidad datan desde casi cinco mil años, tan solo se dispone de datos muy limitados sobre la descripción de las conductas y actitudes sexuales, en diversos pueblos con anterioridad al año 1000 A de C, pero no es hasta el siglo XX se empieza a investigar la sexualidad desde un punto de vista más científico. Algunos autores comenzaron a ofrecer una visión mas positiva de la sexualidad como por ejemplo: Sigmund Freud(1856-1939) las publicaciones de Freud han dado lugar a una corriente del pensamiento, el psicoanálisis que permanece viva y se ha multiplicado en diferentes teoríasy posiciones y que ha impregnado toda la cultura del siglo XX
Este autor reconoce la importancia de la sexualidad en la salud y en la enfermedad
Al abordar la temática de la sexualidad en la Tercera Edad, nos enfrentamos a un doble inconveniente: ahondar en las particularidades de la vejez, suele resultar una tarea agobiante no sólo por la falta de información y datos investigados al respecto, también porque la problemática de esta etapa es generalmente abordada desde sus caracteres negativos, sin valorizar, ni considerar las ganancias y riquezas que alcanzar dicha etapa trae aparejada.
El segundo problema es el referido a la Sexualidad. Si bien estamos habituados a hablar de ella, y desde Freud en adelante abundan autores que han desplegado todo un cuerpo teórico al respecto, analizando la sexualidad, sus manifestaciones, normalidad – anormalidad, etc. y aunque sostenemos enfáticamente la diferencia entre sexualidad y genitalidad, nos cuesta mucho no caer en sistematizaciones que pretenden semejanzas, como si la sexualidad se expresara exclusivamente por medios genitales.
Hasta hace pocos años se creía que
la menopausia marcaba el final del goce sexual femenino, debido a que se
justificaba la sexualidad como necesaria para acceder a la maternidad. (
Función reproductiva)
Durante siglos se relacionó la sexualidad con la reproducción, negándole de esta manera el disfrute de la sexualidad al anciano; muchas personas, particularmente jóvenes, siguen viendo la actividad sexual como una facultad que se va desgastando hasta perder todo interés en aquellos que han superado los 60 años, se supone que el deseo siempre se desvanece con la edad.
Los
mitos, se producen a cualquier edad o condición social…
Cuando cualquier aspecto de la condición humana se ve
envuelto en ignorancia y superstición, aparecen los mitos y las falacias,
oscureciendo la verdad.
Cuatro mitos en torno a la edad madura
1.La sexualidad se extingue con la edad y la enfermedad:
después de los 50 años pueden presentarse diversas enfermedades, tales como la
diabetes, etc. Estas patologías “mal atendidas” pueden conducir a una
disfunción eréctil, según progrese la enfermedad.
2.La responsabilidad, recae en el hombre: este mito dice que son los hombres quienes
deben enseñar…a los hombres..quien les enseña?
La responsabilidad es compartida.
3.La actividad sexual, mata.: se relaciona directamente con
aquellos pacientes que han sufrido alguna enfermedad cardiovascular como el
infarto de miocardio o angina de pecho.
Empero, después de un tratamiento médico adecuado, las
personas con este tipo de malestares , pueden tener una actividad sexual
normal, adecuada a su condición médica.
Se ha demostrado que la actividad sexual reduce el riesgo de
padecimientos cardíacos.
4.La única acción sexual válida, es la penetración.: La
pareja que por algún motivo de salud pierde la capacidad de mantener una vida
sexual activa tiene diversas alternativas para recobrarla, y de esta manera
también, se consolida la comprensión, entendimiento y apoyo dentro de la
relación.
Esta etapa de la vida es valorada
por muchos como ausente de manifestaciones sexuales
En general puede decirse que las personas no cambian
mucho, sino que envejecen. Enconsecuencia los individuos que mostraban poca inclinación hacia el sexo en su juventud tienden abandonar este tipo de actividad y ocultarse bajo la protección de la edad. Aquellos
con intereses sexuales activos continuarán siendo activos con las limitaciones impuesta por la capacidad física, pero seguirán joven aún con edad avanzada.
La valoración de la actividad sexual en el anciano de ambos sexos tiene que incluir un enfoque múltiple, pues mas que una afectación intrínseca de la sexualidad lo que existe es una acumulación de factores (enfermedades cardio vasculares, daño en los vasos sanguíneos del área genital, cáncer o enfermedades debilitantes, problema psíquicos, ingestión de medicamentos y de alcohol, así como influencias y hábitos previos ),que influyen de forma negativa sobre la actividad sexual y no exactamente la edad.
La actividad sexual en esta etapa depende también de características física psicológica y biográficas del individuo, de la existencia de una pareja y de sus características, así como del contexto sociocultural en que esta inmerso. La realidad es que el envejecimiento produce ciertos cambios en la fisiología sexual, pero comparado con otros cambios propios de la edad como el ajuste ocular o la capacidad vital, estos cambios son pequeños, la función sexual, vista desde el ángulo del acto sexual, no de la reproducción, se mantiene mucho mejor que otras funciones.
Se había considerado que a partir de cierta edad todas las capacidades se deterioran; hoy se sabe que el cambio de las diferentes capacidades no es unidireccional, ni universal , ni irreversible. Debemos llegar a conocer el sentido que cada edad puede tener , en lugar de imponer los valores de otra edad
En las personas mayores la actividad sexual, no es entendida necesariamente como actividad orientada al coito, sino, en un sentido mucho más amplio; se trata del placer del contacto corporal global y la comunicación, así como la seguridad emocional que da el sentirse querido.
Desde el proceso vital fisiológico, los procesos de envejecimiento sexual comienzan hacia los 30 o 35 años, y siguen un proceso lento, muy variable de unas personas a otras, si comparamos el acto sexual de la juventud y en la vejez la diferencia fundamental es que esta ultima etapa de la vida cobra más fuerzala cercanía y la intimidad corporal.
Podemos entender el sexo como una parte de la personalidad total, algo que aparece en los seres humanos y se mantiene hasta la vejez.
Así pues, es amplio el concepto desarrollado y extendido a lo largo de la vida, que no desaparece por ley en ningún momento de esta, cambia, oscila en su presentación a lo largo del desarrollo vital, tanto por consecuencia de factores psicológicos o sociales como biológicos.
Los estudios realizados en
poblaciones mayores de 65 años de numerosos países demuestran que después de
esa edad se mantiene la actividad sexual en un porciento considerable de casos.
Brecher encontró en un estudio realizado en1984 que en un grupo de mayores de 70 años, el 81% de los casados se mantenían sexualmente activos y la utilización de la masturbación coma sustituto del coito se calculó en 22% de los cases.
En Cuba se concluyo recientemente un estudio en el cual se entrevistaron al 100% de la población mayor de 65 anos de un área de salud del municipio Centro Habana y encontramos que, de 27entrevistados, 6 (22-%) mantienen actual-mente relaciones sexuales, las cuales son satisfactorias y se realizan utilizando la posición acostados de lado 4 personas, y la posición femenina inferior, 2 personas.
Se encontró también que de los ancianos que actualmente no mantienen relaciones sexuales, 6 (22%) conservaron esa práctica después de los 65años en la siguiente forma: dos hasta los 74 años, y uno por grupo hasta las siguientes edades 68, 78,81 y 82 años.
En total, de 27 entrevistados, 12
(44,4 %) tuvieron relaciones sexuales más allá de los 65 años y dos viudas
(7,49/o) refirieron tener deseo sexual intenso: una se masturba con frecuencia
irregular y otra controla sus deseos pensando que no es natural sentirlos a esa
edad.
Todos estos datos indican claramente que en la tercera edad, hablar de estos aspectos de la sexualidad, no es como algunas personas piensan: "una utopía".
En el presente estudio se abordarán los cambios fisiológicos normalmente esperados en el adulto mayor que modifican su sexualidad.
Todos estos datos indican claramente que en la tercera edad, hablar de estos aspectos de la sexualidad, no es como algunas personas piensan: "una utopía".
En el presente estudio se abordarán los cambios fisiológicos normalmente esperados en el adulto mayor que modifican su sexualidad.
Diferencias en el envejecimiento según los sexos:
Es muy interesante constatar que la edad ejerce unos
influjos distintos sobre el ciclo sexual según se trate de hombres o mujeres.
El resto de las funciones humanas, como por ejemplo la capacidad para aprender,
el vigor físico o la coordinación, aumentan o declinan según una tónica
predecible con la edad, y al parecer los dos sexos siguen las mismas curvas en
cada una de estas funciones.
Sin embargo en la sexualidad la cosa es muy distinta.
Las cifras de Kinsey indican, y los estudios de Master y
Jonson confirman, que los varones experimentan el máximo de responsividad y
capacidad sexual alrededor de los 17 o 18 años y que a partir de entonces
experimentan una disminución constante. Por el contrario, las mujeres alcanza su máximo en los últimos años de las
décadas de los 30 , e incluso en los primeros años de la década de los 40, y a
partir de entonces su libido disminuye a un ritmo más lento que en los hombres.
Sin embargo, la necesidad de sexo nunca desaparece, y se ha observado el
orgasmo tanto en hombres como en mujeres de más de 90 años.
Existen una serie de cambios fisiológicos que ocurren con la edad. Pero estos no significan muerte sexual. En el hombre dentro de los cambios anatómicos y funcionales tenemos:
Los espermatozoides disminuyen su capacidad de movimiento dentro del semen, que también disminuye en número y calidad, de forma paulatina a partir de los 40 años. Sin embargo más del 50% de los varones de 70 años tiene una abundante espermatogénesis, suficiente para poder mantener una buena capacidad genésica.
A los 70 años de edad, los testículos mantienen su tamaño normal, pero existen cambios degenerativos en los tubos seminíferos, aplanamiento del epitelio germinales interrupción de las células germinales.
La producción de espermatozoide viene regulada por la hormona FSH, y está a su vez, lo está por el hipotálamo.
En la producción de semen intervienen tres estructuras:
- Las vesículas
seminales: que muestran cambios estructurales, entre los que se incluyen
lo que se conoce como degeneración amiloidea y la sustitución de sus
fibras musculares por tejido conectivo. El liquido seminal normal es muy
rico en fructuosa, fuente de energía que favorece la movilidad y el
ascenso de los espermatozoides. Se pierde también parte de esa riqueza
energética .
- La próstata se hace
más dura y muestra de forma
progresiva cambios degenerativos, cada vez más extensos. Las células glandulares
inician su atrofia en tornoa los 40-50
años, a los 60 años toda la próstata glandular muestra una deficiencia
funcional, y cuando se superan los 65 años, es posible percibir masas
duras en un numero cada vez mayor de sacos glandulares.
- Las glándulas de
Cowper, cuya función es producir un líquido alcalino, escaso en su
cuantía, pero con la función de neutralizar los restos ácidos urinarios de
la uretra distal, apenas producen líquido en los ancianos de edad
avanzada.
Cabe decir que con la edad, el
líquido seminal se va haciendo más escaso progresivamente, y también más pobre
en sus cualidades funcionales.
Las razones podrían ser:
Fallo funcional de las aminas cerebrales, en la vía central dopaminérgica.
- Una pérdida de
sensibilidad de receptores adrenérgico, hecho que se ha constatado en el
curso del envejecimiento, para otras muchas funciones del organismo.
Los estudios de Masters y Johnson han demostrado que el orgasmo masculino es el más vulnerable al paso de los años. El período refractario aumenta y la fuerza de la eyaculación y su característica bifásica declinan mucho más marcadamente después del máximo de la adolescencia.
Aunque el octogenario no está ya capacitado para gozar los intensos y múltiples orgasmos de su juventud o experimentar una fase distinta de inevitabilidad de la eyaculación , es perfectamente capaz de experimentar orgasmos ocasionales y de tener erecciones frecuentes y placenteras si se lo estimula eficazmente.
Desaparece la capacidad de tener erecciones de manera
espontánea y se vuelve necesario la actividad erótica concreta , directa.
El varón, suele estar mal acostumbrado y se asusta mucho
frente a estos cambios.
Entre los cambios tenemos:
- Más tiempo para logra
la erección (El hombre joven necesita
como promedio sólo de 15 a 30 segundos y el anciano puede demorar hasta 10
minutos).
- Demora más el tiempo
en eyacular, lo cual prolongará más el coito.
- La erección del hombre
de más de 50 años es menos firme debido a que los vasos sanguíneos no son
tan elásticos como antes y los músculos son menos
potentes, lo que disminuye la intensidad de erección pero nunca en
condiciones de salud le hará perder totalmente la capacidad de un contacto
sexual normal.
- Disminución del
eyaculado en cuanto a su volumen y la fuerza
con que es expulsado debido a una menor potencia de los músculos
eyaculadores y, por lo tanto, de sus contracciones durante el orgasmo.
Este factor es muy poco importante, pues pocas veces los miembros de la
pareja se percatan de este detalle.
- El periodo de
detumescencia del pene, o perdida de la erección después de la
eyaculación, se produce con más rapidez, así como el tiempo necesario para
logra la próxima erección (periodo refractario) se prolonga.
- Erección pudiera
disminuir, perderse o recuperarse en una o múltiple ocasiones durante el
acto sexual prolongado y en ocasiones el pene no alcanza una completa
ingurgitación hasta momentos antes de la eyaculación. Esto depende también
de la intensidad de los estímulos sexuales.
- Un elemento funcional
que debe tener en cuenta es que las erecciones nocturnas, que en todo
hombre se presenta durante las fases de sueño acompañado de movimientos
oculares rápidos (fase MOR) sobre todo antes de despertarse, son menos
frecuentes e intensa según avanza la edad. Este hecho no es notado por
muchos hombres aún en su juventud, por lo que su disminución en la madurez
no se refiere con frecuencia.
- En el anciano y en el
hombre maduro predomina la excitación producida por tocamientos y caricias
sobre la zona erógenas del cuerpo y la estimulación directa de los
genitales .El no lograr la erección satisfactoria o total hasta que la
compañera le caricias directamente los genitales constituye una expresión
de que en esa etapa predominan los reflejos medulares, y no una falta de
potencia sexual.
- El hombre de edad
avanzada puede gozar perfectamente el coito sin llegar necesariamente al
orgasmo.
- Después de los 60 años
se puede eyacular en uno o dos de cada tres coitos y esto no ser causa de
insatisfacción.
- Las necesidades de
contacto sexual en hombres mayores de 60 años de edad puede limitarse a
una o dos veces por semana y ser suficiente para su bienestar.
- En los ancianos
también puede perderse la llamada fase de inevitabilidad eyaculatoria.
Esta fase procede en unos escasos segundos a la eyaculación y en ella el
hombre se hace conciente de que va a eyacular y no lo puede evitar o
controlar. El anciano puede eyacular sin este aviso , que es producto de la
contracción de la musculatura de las vías seminales, pero experimenta la
segunda fase del orgasmo sin dificultad.
- En el hombre mayor de
50 años disminuye la elevación de los testículos dentro del saco escrotal
antes de la eyaculación, por la acción de los
músculos crémate ríanos
La
sensibilidad del pene, disminuye con la edad.
Esta es una de las razones, de la necesidad de estímulos
concretos, proporcionados por las compañeras. El sistema nervioso, va
“enlenteciendo” sus reacciones y la necesidad de mayores estímulos, se vuelve
evidente en todas las áreas, sexualidad inclusive.
Hay hombres que
compensan el declive natural de la sexualidad
creando situaciones estimulantes y entregándose a fantasías y compañeras
altamente eróticas . Con este fin puede que recurran a técnicas sexuales
basadas en estimulaión física intensa de los genitales y de las zonas erógenas.
Otros, por el contrario, dejan de tener contacto sexual entre los 50 y 60 años.
Tal abstinencia no está, por supuesto, en función de los efectos físicos de la
edad, sino que es mas bien una evitación psicológica de los dolorosos
sentimientos de frustración, ansiedad o depresión que pueden surgir al
enfrentarse con esta disminución del rendimiento sexual. En este grupo de
edades la impotencia se convierte en una queja frecuente.
Un hombre sano, que experimenta los cambios arriba
descriptos es capaz de gozar de las relaciones sexuales a lo largo de toda su
vida. Es más, al liberarse de la intensa necesidad de una rápida descarga
orgásmica y de las inhibiciones de su juventud, los sujetos de más edad y sus
compañeros gozan con frecuencia de un
intercambio amoroso mas satisfactorio e
imaginativo. Para el varón que se siente seguro de si mismo, la edad nunca debe
ser una barrera para gozar del placer sexual con tal de que disfrute de buena
salud y cuente con suficientes oportunidades.
Recientemente se ha especulado
mucho sobre la existencia de una “menopausia masculina”. Existen datos que indican
que ha medio camino entre los 50 y 60 años el ritmo de producción de andrógenos
y de su secreción tiende a disminuir gradualmente. En algunos varones, este
período vital se caracteriza por depresión, irritabilidad, falta de energía y
dificultades sexuales. El problema consiste en saber si existe una relación
entre estos cambios fisiológicos y la
conducta concomitante a la “menopausia”
Cambios relacionados
con la edad en el funcionamiento sexual de la mujer.
La edad no ejerce el mismo efecto sobre las mujeres, que siguen siendo capaces de
múltiples orgasmos, y esencialmente sin período refractario, a lo largo de toda
la vida.
La redistribución de la grasa , la disminución de la fuerza muscular , la modificación en la distribución del vello, y los cambios osteoarticulares, que favorecen la tendencia a padecer osteoporosis, son algunas modificaciones que van a influir en la actividad sexual.
También son más evidentes los relativos a los caracteres sexuales secundarios y de forma específica a las mamas, cuyo tejido glandular es sustituido por tejido graso y cuya piel pierde elasticidad, en grado suficiente como para deformar de manera importante su posición en el tórax.
En el aparato genital, los
cambios más significativos son:
- Los labios mayores y
menores pierden elasticidad y se muestran atrofias progresivas de su capaz
dérmicas y epidérmicas, lo mismo que el resto de la vulva.
- La vagina con su
deprivación estrogénica, tiene menos capacidad para su fluidificación, lo
que a su vez facilita infecciones locales . Su mucosa se hace más fina y
seca, además pierde longitud, se hace más estrecha y menos elástica y
reduce su capacidad de distensión.
- El clítoris tiene
mayor dificultad para la erección
Desde el punto de vista endocrino
metabólico, los cambios más importantes ocurren durante la menopausia, por el
cese de producción de estrógeno, que provoca una serie de cambios fisiológicos:
- Menos intenso el
aumento de tamaño de la mama y se vuelven menos firmes y más planas.
- No se observa al
principio del coito los cambios tópicos en los labios mayores como:
Aplanamiento, separación y elevación y es menor la vaso dilatación de los
labios menores. Lo primero se debe a la disminución del tejido adiposo y
elástico de esa zona.
- Debilitamiento de las
musculatura vaginal y de la zona perineal, por lo que existe menor
contracción de la vagina durante la fase de plataforma orgásmica.
- Menor la elevación
uterina.
- Contracciones uterinas
del orgasmo se hacen más débiles y en ocasiones dolorosas por ser más
espásticas que rítmicas. Sin embargo estos procesos no eliminan el orgasmo
ni suprimen la sensación de placer y por lo tanto el avance de los años no
pone un limite preciso a la sexualidad femenina. Es necesario insistir en
que estos cambios se dan en distintos grados y aparecen en tiempo
claramente diferente dependiendo de numerosos factores que explicaremos
posteriormente.
- Disminución del vello
axilar y púbico.
Los estudios indican que el 25% de las mujeres de 70 años
siguen masturbándose . Sin embargo muchas mujeres cesan de tener relaciones
sexuales durante la década de los 50 y 60. Esta abstinencia no obedece
primordialmente a razones biológicas , sino que influyen aquí factores sociales
y psicológicos. Cuando una mujer ya madura pierde a su compañero, no suele
buscar activamente personas que lo reemplacen, a menos que sea una mujer de
gran actividad en todos los sentidos, muy segura de si misma y dueña de unas
dotes personales excepcionales.
Existen otros factores que afectan
las relaciones sexuales con la edad avanzada entre ellos están:
- Falta de estimulo
sexual provocados por una vida sexual monótona y poco variada.
- Menor intensidad de
las relaciones sociales.
- Pérdida de atractivos
corporales de la pareja y la creencia de que es incorrecto tener fantasías
sexuales en esta época.
- Agotamiento físico o
psíquico propio de la ancianidad disminuye el interés por el contacto y crea
temor por el cansancio extra
_ CRISIS
- Trabajo , jubilación y
aspectos económicos (preocupaciones, personas sometidas a elevadas
presiones o demandas laborares e intelectuales derivadas de sus
cargos, próximo arribo a la jubilación. Este inminente cambio en su rol
social y las preocupaciones derivadas de este, cuando no se esta preparado
para afrontarlo, actúan de igual manera en lo relativo al sexo.
- Viudez: los
sentimientos afectivos desencadenados por la pérdida del cónyuge se hacen
evidentes y se agrega en ocasiones a un periodo prolongado de inactividad
sexual.
- Enfermedades físicas y
mentales: Toda enfermedad debilitante o que afecte el psiquismo, por
diferentes mecanismos, pueden dar al trato con toda actividad sexual. La Diabetes Mellitus es
un ejemplo típico por mecanismos vasculares y neurogénicos pueden producir
perdida de la erección o presencia de eyaculación retrógrada por falta de
cierre del esfínter vesical durante el orgasmo
- Medicamentos:
Antidepresivos tricíclicos, fenotiacinas, agentes bloqueadores
colinérgicos, benzodicepinas, narcóticos, inhibidores de la imao, una
adecuada elección del fármaco por el médico , el ajuste de las dosis
mínimas necesarias y la discusión franca con el paciente sobre su
actividad sexual pueden disminuir las posibilidades de disfunción sexual
por las drogas.
- Alcoholismo: Los
cambios hormonales y metabólicos que afectan a todo el organismo, y en
especial al SNC y periféricos,
disminución de la testosterona y ACTH, temblor extrapiramidal, neuritis
alcohólica provocan trastorno de la erección en el hombre y deprimen la
libido en cualquier edad.
- Creencias religiosas:
Consideran el sexo como algo pecaminoso con exclusión de su valor reproductivo, o
que debe ser limitado dentro de estrictas reglas.
- Temor al desempeño: El miedo a
fallar a no tener erección o a no hacer "un buen papel". En la mujerpor temor a
que su cuerpo o su desempeño no sean del agrado de su compañero. Podemos
afirmar que un hombre o una mujer sanos físicamente y psíquicamente entre
50 y 70 años o incluso en edades avanzadas pueden mantener un determinado
nivel de actividad sexual.
La sexualidad del adulto mayor es
plena y satisfactoria a lo largo de la vida siempre y cuando no existan
enfermedades que invaliden esta función por lo que este tiene derecho de
disfrutar plenamente de ella.
Es el componente biológico el que
declina con la edad, mientras que los aspectos psíquicos de la sexualidad
permanecen relativamente estables, y que los determinantes físicos del sexo son
relativamente más importantes en el varón que en la mujer.
En los hombres de más edad a
medida que declinan los factores físicos que motivan la sexualidad, los
determinantes psíquicos acaban por tener mayor peso en la respuesta sexual
final.
INSTINTO
Y VIDA
Cualquier observador de la existencia moderna argentina no
puede dejar de percibir la mezcla de instintividad y racionalidad que hay en la
vida cotidiana. Impulso y racionalización, violencia y liberación, sexo e
insatisfacción. Son las características persistentes y dominantes. No hay nada
que haya quedado fuera de la instintividad y la racionalización: la libertad
sexual, la búsqueda de espontaneidad
FUNCIÓN
DE REPRODUCIR LA INTIMIDAD…
La mejor relación sexual, lógicamente se da con una persona
hacia la que se siente simpatía y confianza y con la cual existe comunicación.
Cuando dos personas se sienten atraidas la una hacia la otra, se respetan y se
complacen mutuamente. Los deseos se hacen sensibles y recíprocos.
En la mayoría de estas relaciones pueden surgir dificultades
motivadas por causas simples y sencillas. Provocadas por el desconocimiento del
otro ser.
También ocurren desencuentros cuando cualquier aspecto de la
condición humana se ve envuelto en ignorancia y superstición , entonces
aparecen los mitos y las falacias, oscureciendo la verdad.
Hombres y mujeres se relacionan desde la igualdad y el
reconocimiento de las diferencias LA SINCERIDAD Y LA HONESTIDAD fomentan la
estabilidad de las relaciones y el logro de las vinculaciones afectivas
duraderas, pudiendo llegar asi a la INTIMIDAD
En todo acto sexual, hay un acto de conocer. La unión física
es uno de los caminos de trascendencia, si se ve desde el campo ontológico del
ser. Cuanto más se penetra en el otro ser, más se conoce así mismo.
Desde un análisis general de la existencia V. Frankl
menciona las 3 posibles formas de situarse frente a las 3 capas de la persona.
Considerando que la capa más primitiva es la que corresponde a la capa externa,
esta es la “actitud sexual”, la que afecta en la corporalidad, está relacionada
con los impulsos. La segunda capa correspondería al enamoramiento: la “actitud
erótica”, aquí la persona se siente “conmovida” en su emotividad psíquica por
determinados rasgos de carácter de quien se está enamorado.
Considera que penetrar la tercera capa es penetrar realmente
en el otro, y solo es posible a través del AMOR, quien permite trascender,
siendo el amor la forma más alta posible de lo erótico, la más profunda
penetración posible en la otra parte, la vinculación con algo espiritual.
“El ser humano puede comportarse y se comporta de diversos
modos frente a la estructura estratificada de la persona, en cuanto sujeto
amoroso, en cuanto ser que vive el amor y que en el amor, al mismo tiempo, vive
a otro ser.
Mientras que a la persona orientada sexualmente o la persona
enamorada le llama la atención , en el ser amado un rasgo corporal o una
cualidad anímica, es decir algo que el ser amado “tiene”, el que verdaderamente
ama, no ama , precisamente, algo “en” el ser amado, sino que lo ama a él mismo, no ama, por tanto algo que el seramado
“tiene”, sino lo que él “ES”.
Conclusiones:
La sexualidad humana requiere en su análisis de un abordaje
integral ( Psicológico, biológico, antropológico y sociológico) para poder así
encontrar respuestas a los innumerables interrogantes que se presentan,
entendiendo que éstos serán tan variadas como lo es el principal protagonista :
“El ser humano”. Permitiendo, de esta manera vivir un encuentro genuino con el
otro ser, “la Intimidad”, donde es posible experimentar el amor, el cual
destaca el profundo acto trascendente de la misma
dada la connotación conciente de tal entrega.
Constituyendo tal logro, uno de los principales objetivos
que otorgan sentido a la existencia humana.
En la tercera edad, si bien, declina el factor biológico,
surge la posibilidad de exacerbar aún más la sexualidad en las restantes
funciones, logrando así vivir una sexualidad plenamente satisfactoria.
Mas allá de la edad, mas allá de los cambios físicos, cuando existe comunicación, el acto sexual
deja de ser un desahogo de tensión física y pasa a ser una vinculación
profunda: una búsqueda de amor, el cual es independiente de toda corporalidad,
por cuanto no se haya sujeto a ella.
“El amor auténtico no necesita, en sí, de lo corporal ni
para despertar ni para realizarse, pero SE SIRVE DE ELLO, para ambas cosas.
Helen Singer Kaplan “La Nueva Terapia Sexual”. Ed Alianza,
Madrid, 1978.
Julio Mafud. “La conducta Sexual de los Argentinos”. Ed
DISTAL S.R.L, 1988
Schnabl Siggfried "El hombre y la mujer en la
intimidad". Editorial Científico Técnico. La Habana,
Weg RB. La sexualidad en la vejez. En: Principios y prácticas de la Medicina
Geriátrica. M .S.J. Pathy, 1998.Víctor E. Frankl “Psicoanálisis y Existencialismo”. Fondo de cultura económica, México- Buenos Aires, 1950
Juan Carlos Kusnetzoff “Introducción a la Sexologí Clínica”. Buenos Aires, 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario